Hola de nuevo amigos, nueva
carrera para relataros, esta vez mi noveno maratón, maratón disputado en la
localidad de Navajas (Castellón)
Este maratón se fraguaba de una
manera un poco extraña, recogía la publicidad en el maratón de Castellón del
pasado mes de diciembre, formaba parte de un total de cuatro que discurren por
las vías verdes de distintas provincias, lo guardé por si en un futuro me
apetecía y mira tú por donde a primeros de año comenté con Alberto (el
sombrilla) la posibilidad de hacerlo y dicho y hecho, nos apuntamos y
reservamos hotel, ya estaba decidido, lo haría, pero lo que no me apetecía en
absoluto era prepararlo, lo comento con los Correbirras alicantinos y les meto
el veneno en el cuerpo, deciden unirse y también reservan en el mismo hotel,
Nan, Roberto, Martín y Lidia deciden hacer el maratón, y Joaquín y Alfonso el
medio maratón.
La publicidad decía que era en
constante bajada desde el punto de salida ( Barracas ) 980mt, que está en el
límite con la provincia de Teruel, hasta la meta ( Navajas ) 380mt, que más se
puede pedir, todo hacia abajo, había tres distancias, el maratón que salía
desde Barracas, el medio maratón que salía desde Caudiel y los 10.000 que tenía
su salida desde Jérica, y todos tenían su final en el mismo sitio.
No pudimos salir el sábado a
primera hora, José Antonio Sánchez, que nos acompañaba a Alberto y a mí en el
coche trabajaba todo el sábado y no podríamos hacerlo hasta bien entrada la
tarde, a las cinco salíamos para recoger los dorsales, Nan, Roberto y compañía
lo habían hecho por la mañana, llegábamos con el tiempo justo de recoger el
dorsal y la bolsa del corredor, bolsa compuesta por una bonita sudadera para
los maratonianos, y una camiseta para los restantes, un brick del famosísimo
caldo Aneto “y más ná”
La hora de salida era la misma
para las tres pruebas, pero lógicamente cada una de ellas lo haría desde un
punto diferente del recorrido.
Una animada cena en el hotel, en
la que Alberto, muy curtido en estas lides nos advierte que de todo bajada, na
de na, dio paso a una para mi noche
inquieta, todavía no descanso suficientemente antes de un maratón, no me
termino de relajar, es una prueba dura que requiere de bastante sacrificio y
nunca se tiene la seguridad de acabarla, ya no digo decentemente, sino de
acabarla si no se ha preparado adecuadamente, el tiempo amenaza lluvia y frio
para el domingo, el sábado ha estado lloviendo en la salida y hace frío, toca
rezar, porque cualquiera de estos dos elementos no son demasiado buenos
compañeros de viaje para 42 k.
Concurrida cena pre-carrera.click en la foto para ampliar.
La salida hacia Navajas
tendríamos que hacerla temprano, los autobuses que desde esa localidad nos
trasladarían a la localidad de Barracas donde se iniciaba la prueba se producía
a las 7’30 de la mañana, yo habitualmente llevo mi propio desayuno, y cuando me
decido a hacerlo me doy cuenta que se me ha olvidado en casa, genial, bien
empieza la jornada, no tengo más remedio que bajar y desayunar en el hotel, lo
que ocurre es que fue ameno, lo hice con todos los demás en animada y corta
charla.
A la llegada a Navajas ya había
una cola tremenda de coches, una treintena de autobuses preparados para
subirnos a todos, cada uno a su destino de salida, un poco como digo de lio para
poder estacionar nuestro vehículo en la salida, pero al final nos subimos a uno
de los autobuses que nos llevarían en primer lugar a los de 42K. que íbamos más
lejos, saludo a Rafa Martínez, que corría con otro club, a mi amigo
castellonense Santiago Hitos, 205 maratones le contemplan, y partimos
amaneciendo.
Nos dejan en Barracas a las 8 de
la mañana aproximadamente, todavía faltaba una hora para la salida, hacía un
frio que pelaba pero no había demasiadas nubes, nos guarecemos en un bar
Alberto, José Antonio y yo, los demás, con la marabunta de la bajada de los
buses nos despistamos, pero nos volvemos a juntar en la salida, Alberto me
presenta algunos corredores que me hacen sentir con mis 9 maratones y 160
medias como un principiante ante sus currículos, más de doscientos maratones
muchos de ellos.
En la línea de salida vemos al
sucedáneo de Alberto, otro corredor emulando al célebre sombrilla, intenta
acaparar la atención de todos, pero no lo consigue, “el sombrilla” solo es uno,
el gran Alberto, conocido en España entera, este segundo corredor, a mitad de
recorrido ya no llevaba sombrilla ni nada, ya le molestaba todo jajajajaja.
Alberto, su imitador y Javier Muñoz.click en la foto para ampliar.
Tomamos la salida juntos Lidia,
Roberto, Nan, Alberto y yo, Martín y José Antonio lo hacían más adelante, sus
objetivos eran otros, el frio ya se había convertido en fresquito, y las nubes
cada vez estaban más separadas por lo que el sol amenazaba con acompañarnos,
pues perfecto entonces.
Los dos primeros kilómetros ya
comienzan a darle la razón a Alberto de que no todo serían bajadas, nos marean
por el pueblo subiendo y bajando hasta que salimos del mismo en dirección a
Navajas, entonces ya se llanea más, hay bajadas y por supuesto también ligeras
subidas, se llanea bastante, por supuesto que hay que bajar los seiscientos
metros que hay de desnivel entre ambos puntos, pero muy suavemente, Nan se
decide a correr más deprisa y Roberto la acompaña, Lidia sufre una ligera
indisposición que la obliga a pararse, nos detenemos Alberto y yo con ella, y
cuando se recupera iniciamos la marcha los tres de nuevo, ya no vemos a Nan ni
a Roberto, hago mi primera parada técnica y Lidia se marcha hacia adelante,
Alberto se queda conmigo y vamos juntos.
Correbirras escalonados.click en la foto para ampliar.
Llevamos un ritmo prudente,
Alberto no se encuentra demasiado bien de la tripa, yo, no sé por qué carajos
tengo que parar más de lo normal también en esta carrera para hacer aguas
menores, esto nos separa cada vez mas de Lidia, que es como los camioneros, los
adelantas varias veces, pero si paras te vuelven a pasar, y al final siempre llegan
a su destino antes que tú, en el km. 18 me tomo mi primer gel, llevaba tres.
Sobre el km. 20, y continuando
con los problemas me dice Alberto que ha perdido las llaves del coche, esto ya
es serio, muy serio, tenemos en el coche toda la ropa, los teléfonos, el
dinero, y lo más importante, estamos a 250 km. de casa, paramos otra vez, ahora
para registrar todos y cada uno de los rincones de su indumentaria, nada, es verdad,
las llaves no están, entonces decide con acierto avisar a su mujer para que nos
acerque el segundo juego desde Alicante, todavía nos quedan 22 km para la meta
y este tiempo nos va a venir muy bien, dicho y hecho, Maite pone en marcha toda
la infraestructura y se viene de camino hacia Castellón.
Mientras, nosotros continuamos
resignados hacia adelante, no tiene ningún sentido volver ni hacer nada más, es
imposible saber dónde pueden estar, yo comienzo a notar sobre el km. 25, que me
apunté a este maratón, pero se me olvidó prepararlo, Alberto ya no se conforma
con sentir dolores de tripa y tiene que esconderse detrás de una frondosa mata,
me indica que siga, que ya me alcanzará, así lo hago, mientras, los
avituallamientos van pasando uno tras otro, están perfectamente surtidos con
todo lo imaginable para la recuperación, frutas de distintas clases, plátanos
secos, dulces, gominolas, lo dicho, perfectos.
Voy solo, miro constantemente
hacia atrás pero no veo acercarse a Alberto, no me preocupa, de este no se
tiene que preocupar nadie, sabe cuidarse solo en estas lides, y no suele
necesitar ayuda de nadie, y menos de un principiante como yo, los carteles
anunciadores de los puntos kilométricos están colocados en forma decreciente y
eso me anima, nunca había coincidido con este tipo de señalización, y no me
desagrada, no es lo mismo decir que vas por el kilómetro 35, que ver que solo
te quedan 7.
Alberto entrando en un larguísimo túnel.click en la foto para ampliar.
A la altura del km. 32
aproximadamente veo un corredor en la cuneta tendido con los brazos extendidos,
como si acabase de caerse de la cruz, hay cuatro corredores con él, indican que
ya han avisado a la organización, yo tampoco voy para muchos alardes, si en ese
momento me dan una hoja de inscripción para una nueva maratón, la tiro
directamente al suelo, me tomo mi segundo gel, no lo he hecho antes porque los
avituallamientos han sido muy completos, el sol ya pega fuertemente, y a pesar
de que era eso lo que queríamos, también influye en el cansancio.
Poco a poco voy regulando sin
darme cuenta, voy solo, la batería de mi MP3 se ha agotado, vamos unos cuantos corredores
juntos que nos adelantamos unos a otros constantemente, ya no busco a Alberto,
no me quedan ganas de mirar para atrás, sobre el km. 36 aproximadamente veo
camisetas naranjas a lo lejos, no sé si es Lidia, no me creo capaz de haberla
alcanzado dado mi estado de forma, pero si, es Lidia, con Roberto y Nan, está
última lleva un fuerte dolor en un tobillo y ha tenido que aflojar la marcha,
Roberto se ha quedado con ella lógicamente y han sido alcanzados por Lidia, me
uno a ellos y decidimos llegar juntos a meta, paramos varias veces a andar porque
Nan no puede pisar correctamente y sufre mucho, lo que tampoco nos viene nada
mal, a falta de un kilómetro y medio nos adelanta Alberto, nos hace una foto y
se marcha, ya sabía yo que a este no le hacían falta gregarios.
Recorrido muy tranquilo y relajado.click en la foto para ampliar.
Llegamos los cuatro Correbirras
juntos con la bandera del club, 4 horas 23 minutos marca el crono, no está mal
para lo que ha sido la carrera, medalla de finisher, y a reponer fuerzas el que
pudiese, pasta, fruta, frutos secos y caldo caliente, también muy bien el
avituallamiento final, espera de unos 45 minutos a la mujer de Alberto con la
segunda llave, José Antonio quedó en la posición 14 de la general con un
tiempazo de 2 58’ casi casi pilla, y el
resto ya es rutina, el recorrido bonito, diferente, campo y más campo, y varios
túneles, uno de ellos insultantemente largo.
Conclusión final, lo dicho, que
un maratón son palabras mayores y hay que prepararlo mínimamente, es un error
llegar con algunas medias y pensar que todo está hecho, porque se sufre
bastante, se puede pagar caro, sirva esto para los que intenten hacer su primer
maratón, el resto ya saben suficientemente de que va esta película.
Enlace de fotos
J.V. LO importante es poder estar alli, todos, absolutamente tod@s lo pasamos mal en un Maratón, pero la llegada a meta compensa todos los dolores y malos pensamientos que hemos tenido. Donde no hay que llegar es al límite (como el los participantes que vimos en el recorrido) y romper por no saber regular.
ResponderEliminarMuy buena crónica y muy buenas fotos.
La próxima cuando????
Muy buena crónica José Vicente!
ResponderEliminarLa próxima Ciudad Real pasando por Bascones de Ojeda y por el Veleta???
Ya van 9 y empiezo la cosa como una broma jeje. Un saludico.
ResponderEliminarJosé Vicente objetivo cumplido, otra mas para la saca y con un buen crono, a pesar de todo, lo importante es terminar para conseguir el reto,
ResponderEliminarque alegría me dio poder saludarte otra vez, en un maratón y pronto nos veremos en otro seguro.
Un fuerte abrazo amigo.