martes, 10 de diciembre de 2013

Maraton de Málaga


              Bueno amigos, pues ya estoy aquí de nuevo con lo concerniente a mi séptimo maratón, esta vez nos fuimos a Málaga a comernos los 42.195 metros de rigor, bueno unos trescientos metros más según mi Garmin.

              Si amigos, Málaga fue la elegida en esta ocasión para comprobar cómo eran capaces de soportar nuestros cuerpos el reto de finalizar otro maratón, nos reunimos unos cuantos pirados de esto del correr y ale, pandalucia que nos fuimos.

              Salíamos el sábado desde Alicante temprano, más tarde recogíamos en Elche a la gran parte de los piraos, 35 en total y continuábamos para Murcia en donde otros ocho más nos esperaban y con ellos completábamos el bus.

              El viaje fue bastante ameno incluyendo un consistente almuerzo en algunos casos, la mayoría diría yo, y por consistente entiendo el bocata de chorizo a la brasa y el vino de la tierra, no era entiendo yo lo adecuado para un pre-maratón, pero, qué carajo, la compañía y la camaradería lo requería.

Foto del grupo tras el reconfortante almuerzo.click en la foto para ampliar.
 
 
              La llegada no fue muy tardía y esto nos permitió pasar antes de nuestra llegada al hotel por la feria del corredor a recoger nuestros dorsales y hacernos las consiguientes fotos con los Abel Antón y Martín Fiz de rigor, la feria lamentablemente no tenía mucho que ofrecer.

              Dos camisetas, algunos geles, algunos dulces y saladitos, un mini brick de caldo Aneto, y la abundante publicidad que tan de moda ya se está poniendo en las bolsas era el contenido de ellas.

Parte del grupo con los dorsales.click en la foto para ampliar.
 
 
              Nada más acabar de recoger nuestras habitaciones, desbandada general, el hecho de que el hotel estuviese situado junto a la plaza de toros, junto al puerto  y por ende, a unos trescientos metros de la salida jugaba a nuestro favor.

              Yo lo hice con Manolo Rico, Paquito, mi murciano favorito y José Manuel Jiménez, recorrimos la ciudad, comimos, (pescados y comida típica como no podía ser de otra forma) y regresamos al hotel, Manolo siempre dispuesto a dar de sí todo lo que tiene y algo más no nos dio opción al descanso y volvimos de nuevo al tajo, esta vez ya sin José Manuel, de nuevo a patear Málaga, no era esto precisamente lo adecuado en el día anterior al maratón, pero si tienes estos amigos y además estás orgulloso de tenerlos, es con todas las consecuencias, jajajaja.

              De nuevo la cena, y no de pasta precisamente, a esta ya se había unido Angelito Parra sustituyendo a  José Manuel, pero nosotros tres continuábamos siendo los titulares, nadie nos había relevado, después de clavarnos dos cubos de quintos nos fuimos a descansar.

              Yo como es mi costumbre siempre llevo mi propio desayuno, no me gustan las sorpresas ni me gusta cambiar de hábitos antes de una carrera, y menos en un maratón, ya sabéis aquello de que los experimentos de hacen con gaseosa, pero sin darme cuenta ya había roto mi costumbre, el intenso día seguramente concluiría con una magnífica “noche Toledana”. Dicho y hecho a la una de la madrugada los aceitosos platos que habíamos degustado comenzaban a pasarme factura, a ello se unió un tremendo dolor en ambos gemelos que no me dejaron pegar ojo en toda la noche, no podía ni apoyarlos prácticamente en la cama, una noche sin dormir da para mucho, después de vaciar mis botes de Réflex en ellos pensé que con lo doloridos que estaban lo más lógico es que diera por concluido en ese momento ni maratón de Málaga y lo dejase pasar sin pena ni gloria, es decir pensé en abandonar la batalla sin siquiera coger el fusil.

              Ya a las 5’30 de la mañana pensé que no había hecho el viaje para rendirme y entregar el castillo sin tirar un solo tiro y decidí salir con todas las consecuencias, no estaba seguro de mi final, no sabía los kilómetros que sería capaz de aguantar con estos doloridos gemelos, completamente contracturados, no sabía en qué km. tendría que abandonar, jamás he abandonado en ninguna de mis carreras y mira tú por donde lo más probable es que estuviese muy cerquita de inaugurar mi casillero, y tan es así lo que cuento, es tan cierto, que cogí dinero, (en esto me parecí al genial Manolo Rico que siempre lo hace por si surge algún imprevisto) y lo llevé conmigo por si necesitaba coger algún taxi para que me regresase al hotel.

              Si ya de por si aún me pongo nervioso con un maratón, en esta ocasión os lo podéis imaginar, un Ibuprofeno al canto y a probar suerte, hacía fresquito al salir, pero el hecho de estar a unos trescientos o cuatrocientos metros de la salida nos permitió demorar la salida del hall del hotel hasta el último momento.

Su cara me suena...... si es Manolo Rico.click en la foto para ampliar.
 
 
              Una vez en línea de salida y con el dolor algo más calmado debido al Ibuprofeno me animé algo más, las fotos y las risas de todos nosotros me metieron de lleno en la carrera y entré en mi cajón con total normalidad, había cajones habilitados por tiempo para todos, unas guapas colaboradores se encargaban de que cada uno ocupase el lugar que le correspondía por color de su dorsal.

              La salida, muy bonita en lo referente al lugar, a escasos cinco metros del agua, en el paseo marítimo junto a los barcos, pero algo estrecha para mi gusto, sobre mil novecientos corredores nos habíamos dado cita en la salida y se antojaba que alguna dificultad habría para efectuarla. Yo me coloqué como siempre al final de mi cajón, que lógicamente era el último y pasé por línea de meta una vez que había sonado el disparo con casi dos minutos de retraso.

              Tras una pequeña vuelta por el puerto enfilamos hacia la playa del Dedo, en dirección a Almería, me acompañaba mi compañero Mauri, que estaba calentando las piernas para acelerar después y marcharse, cosa que hico sobre el km. 5 aproximadamente, el recorrido constaba de una sola vuelta, esto, si el recorrido es bonito, es perfecto, tras siete kilómetros en esa dirección y corriendo junto al mar regresábamos por el mismo lugar hacia el centro nuevamente, en el km. 15 entravamos de lleno en el casco rubano y pasábamos junto a nuestros incondicionales fans, mis piernas me estaban respetando, no tenía dolor hasta ese momento, ¡¡genial!! pensé, a ver si continúa de la misma forma, en ese momento me alcanza el práctico de las 4’15 horas y decido unirme a él, hay que decir que en esto la organización tomo una acertada decisión y fue la de colocar bastantes relevos en los prácticos con la finalidad de que ninguno de ellos sufriese algún percance o no pudiesen llevar el ritmo por algún motivo y diera al traste con las esperanzas de los corredores que a ellos se unían, al final, alguno de ellos no cumplió con las expectativas a  pesar de todo.

Jose Antonio en pleno esfuerzo.click en la foto para ampliar.
 
 
              Me uní como digo al globo de las 4’15 cómodamente, podía llevar muy bien el ritmo a pesar de mi corta preparación y mi exceso de peso, había previsto la ingesta de tres geles que coincidirían con los km. 17, 27 y 35, los avituallamientos, geniales, cada cinco kilómetros fruta, agua en botellas y bebida isotónica, pero entre ellos, cada 2,5 kilómetros avituallamientos solo de agua en vasos de plástico, en este tema la organización genial, gran cantidad de patinado@s por todo el recorrido y otros en bici ofreciendo agua y ayuda.

              Al paso por el km. 17’5 y como quiera que voy en el grupo no veo el avituallamiento para coger agua y tomar mi primer gel, está en una plaza y en una curva, cuando me doy cuenta ya lo hemos pasado y decido regresar, no hay desgraciadamente vasos, solo botellas de dos litros y me ofrecen una de ellas, no la acepto lógicamente y decido continuar hasta el 20 y allí lo tomaré, el práctico ya estaba a unos ciento cincuenta metros por delante, me quedo solo y decido regular, no me apetece hacer un sobre esfuerzo que seguramente pagaré al final, todavía quedan por delante 25 kilómetros y decido quedarme solo, esto hace que poco a poco se vayan distanciando, me quedo con Nan, que al vivir por esos lares nos va dando a conocer a Luis y a mí los lugares más significativos.

              Al pasar por el estadio de futbol de La Rosaleda coincidiendo con el 20 ya comienza a ser menos amena la carrera en cuanto a población se refiere, paso la media maratón en 2 horas 8 minutos, bien, muy bien, si sigo igual podré igualar, o quién sabe, quizás hacer mi MMP, sobre todo porque no tengo noticias de mis gemelos, a estas alturas ya se han quedado atrás Nan y Luis y voy de nuevo solo, se planteaba una segunda parte de la carrera poco apetecible, nos llevan a las afueras de la ciudad, en esos momentos la temperatura es agradable si vas por el sol y algo más fresquita si no lo tienes visible.

              En el km. 25 ya comienzo a sentir los gemelos, no era lógico que no despertasen, me había durado mucho la buena suerte, por momentos me respetan y no me duelen, pero en otros momentos me aconsejan relajarlos, decido andar en dos ocasiones durante unos cien metros cada vez y sobre todo coincidiendo con alguna ligera subidilla, no parece una decisión errónea ya que me permite correr de nuevo hasta el 31, en ese momento y coincidiendo con la subida muy pronunciada de un túnel, es corta pero empinada, los fuerzo al subirla corriendo y me dicen basta, no es un dolor insoportable, pero no me deja correr y me amenaza con detenerme si no actúo con cabeza, noto que si los obligo se intensifica el dolor, y si los relajo andando unos 20 o 30 metros puedo comenzar de nuevo a correr.

              Entramos en una zona de un polígono que está junto al estadio deportivo y el pabellón Roque Carpena, que es donde juega el Unicaja de Málaga, pero es una zona totalmente despoblada y poco interesante, miro hacia la izquierda y están pasando a 15 metros de mí en dirección opuesta corredores, pero ellos tienen el km. 37 y yo el 31 ufffffffffff, mal rollo, en efecto, unos constantes giros a derecha e izquierda solo hace que cruzarnos unos a otros, pudiéndonos saludar, pero a mucha distancia real entre nosotros, eso jode mucho, si eso te ocurre en los 10 primero kilómetros, hasta lo encuentras gracioso, pero a esas alturas no, no tiene mucha gracia.

              Cuando por fin alcanzo el km 35 como algo de fruta, me encuentro bien físicamente, solo mi espalda me molesta algo, el desaguisado que sufrí en el maratón de Murcia hace un mes con mis dedos en mi mala elección del calzado ya no lo sufro, pero es lógico, ya no tengo las uñas, las he perdido, no me pueden doler si no están, pero mis gemelos si, estos se están encargando de que no pueda disfrutar de la carrera, entonces pienso por qué no descansé el día anterior, parezco un novato, pero es que en realidad lo soy en cuanto a los maratones, juro y rejuro durante la carrera que no volverá a suceder, pero para esta, ese juramento ya no me sirve, voy muy enfadado, no me apetece hacer fotos.

              Paso por fin por el km. 37 y soy yo el que esta vez saluda a los de mi izquierda, pero para ellos es su km. 31, a partir de ahí ya es todo recta hasta el final, hacia el centro de la ciudad, y en ligera bajada, esto me hubiese beneficiado en condiciones normales, pero no, no era el caso, ya necesito andar cada vez antes, y ya ando cien metros y corro seiscientos, la gente que coincide en el tramo que ando me anima, les doy las gracias, pero estoy cabreado, no los hubiese necesitado en condiciones normales y eso me molesta, pero es lo que hay, en el km. 38 veo en el cartel la frase que ha hecho conocido a Fausto y que ha sido una de las elegidas por votación popular para ser colocadas en todos y cada uno de los puntos kilométricos del recorrido, al final y ya por amor propio decido hacer el último km ya sin parar, me da igual, si revientan que revienten, el globo de las 4’30 no me ha pasado, me giro y no lo veo, pero no es real, mi reloj ya rebasa esa hora, ese práctico ha fallado, en él venía Manolako, yo entro en 4 35’ y muy enfadado, era un día para haber tenido alguna alegría y no ha podido ser, los errores se pagan siempre y cuanto más larga es la carrera más posibilidades hay de ello, una bonita medalla y otra camiseta de finisher, tres nos han dado en total.

Frase que ha hecho famoso a nuestro amigo Fausto.click en la foto para ampliar.
 
 
              Ducha rápida en el como digo cercanísimo hotel y a comer, lo hicimos en el típico y particular  restaurante El Tintero de la playa malagueña y en un ameno regreso, a casa.

              Después de este tremendo rollo que he soltado solo faltaba que ahora os contase las conclusiones de la carrera, pero creo que a ninguno de vosotros se os escapan mis planes para la próxima, creo que hay que respetar muy mucho el día anterior al maratón tanto en la comida como en el descanso, Amén.
 
 
Foto de la semana.-
 
En la presente instantánea podemos observar al gran corredor y mejor persona Ramón Lopez, además de correr un gran número de pruebas lo que mas le gusta es la organización de las mismas y si es con fines benéficos mejor que mejor, aquí le vemos publicitando una de ellas, todas las ocasiones son buenas para tan generoso fin.click en la foto para ampliar.


Enlace de fotos
 

 

4 comentarios:

  1. No hay que enfadaarse y menos si la hemos terminado, a nosotros los tiempos ya nos tiene que dar igual, eso si, yo tuve un dia redondo, se me alinearon los astros. Un saludico y hasta la proxima.

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  2. J.V enhorabuena por terminar, eso ya tiene su merito y si es con dolor más aún.
    SOlo uno poco elegidos, y digo bien, solo muy pocos, (ya sabes quienes son) son capaces de pasar la noche anterior al maratón de "farra", yo, no soy uno de ellos, y como sabes la noche de antes hay que descansarrrrrrrrrrrrrrr.

    Un abrazo campeón que en compañia se hace mejor, (yo también he ido solo toda la maratón) y la 8ª pARA CUANDO??????????

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  3. JV eres un fenómeno. Lo que tiene mérito de verdad es pegarse 6 meses o más calentándose la cabeza con cambios e historias...para que un grupo de pirados nos lo pasemos bien. Admiración total, espero verte pronto...y por supuesto, cuenta conmigo si hubiera una próxima OF COURSE. Un abrazo.

    A.Parra

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  4. Valverdeeeeeeeeee!!! eres un crack, ahora no valen las lamentaciones, has demostrado que eres un gran luchador y estar a la altura de las circunstancias en el duro fragor de la batalla ( y por batalla me refiero al día de antes al maratón) jejejeje, y como dicen anteriormente, ahora ya de poco sirven los tiempos, a disfrutar se a dicho y a or la siguiente fenoooooomenoooo!!!

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