Bueno amigos, de nuevo con
vosotros tras este largo parón al que me he visto obligado por causas ajenas a
mi voluntad y que no han sido otras que la intervención quirúrgica a que me he
sometido el pasado mes de Agosto para extirparme un pequeño bultito en la
vejiga y que me ha traído de cabeza desde que me lo diagnosticaron por allá en
el mes de Mayo.
Fue a finales de febrero cuando
en una analítica ordinaria me encuentran algo de Hematuria, que no es más que
algo de sangre en la orina, yo lo achaqué a las posibles deshidrataciones que
solemos sufrir los corredores en la pruebas de fondo y no le hice demasiado
caso, pero tras la “pesada insistencia” de mi médica de cabecera en aclarar bien
la procedencia nos encontramos con la “ratita”a finales de mayo, ni que decir
tiene que en ese momento se me cayeron los palos del sombrajo con la sola idea
de lo que podría resultar, dejé las carreras y los entrenos, y lo que es más
importante, dejé de un lado a mis amigos, solo la insistencia de como es lógico
todos los miembros de mi familia y algunos “pesados” como Alberto el sombrilla,
Lidia, Roberto Gálvez, Juanjo Martínez y algún otro más me mantenían con la
cabeza un poco alta.
La medicina tiene
esto, o por lo menos la burocracia, han sido cuatro meses de angustiosa espera,
en esos momentos te das cuenta de que solo eres un número, de que solo las
personas que te aprecian se interesan por ti, de que no le importas
absolutamente nada a nadie, entras en una interminable y a todas luces injusta lista
de espera, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de médicos que hay
disponibles en este nuestro país hasta que te llega el ansiado momento.
En ese tiempo he ganado muchos,
muchísimos kilos de peso y he perdido mucha, muchísima ilusión, ahora, tras los
resultados y, si bien no son como me hubiesen gustado, (es cierto que la baja
importancia que tenía no hace necesario ningún tipo de tratamiento, solo
revisiones periódicas cada seis meses), volveré de nuevo poco a poco a la “civilización”.
Ahora los médicos me han aconsejado que sea muy precavido con las maratones o
carreras de mucha duración con el fin de evitar el enmascaramiento que pudiera
suceder entre la deshidratación lógica de ese tipo de pruebas y las analíticas
a las que periódicamente me debo someter, lo cierto es que todavía no he dado
con ninguno que sepa cuantos kilómetros tiene una maratón o una media,
jajajaja, por lo que este tema lo trataré más profundamente con un galeno que
tengo en la familia y que ha sido el único médico que me ha animado.
Ahora, como digo, a empezar casi
de cero, poco a poco, pero no importa, tengo que hacer vida normal según mis
médicos, y a fe que lo voy a intentar, espero veros poco a poco a todos y cada
uno de vosotros y daros un abrazo, este fin de semana pasado ya me he “atrevido”
con dos carreras de 10.000 m. en El Altet el sábado y en Redován el domingo,
pero eso ya os lo contaré en unos días, cuando tenga las fotos, un abrazo a
todos amigos.