Bueno amigos, pues ya estoy aquí
de nuevo con lo concerniente a mi séptimo maratón, esta vez nos fuimos a Málaga
a comernos los 42.195 metros de rigor, bueno unos trescientos metros más según
mi Garmin.
Si amigos, Málaga fue la elegida
en esta ocasión para comprobar cómo eran capaces de soportar nuestros cuerpos
el reto de finalizar otro maratón, nos reunimos unos cuantos pirados de esto
del correr y ale, pandalucia que nos fuimos.
Salíamos el sábado desde Alicante
temprano, más tarde recogíamos en Elche a la gran parte de los piraos, 35 en
total y continuábamos para Murcia en donde otros ocho más nos esperaban y con
ellos completábamos el bus.
El viaje fue bastante ameno
incluyendo un consistente almuerzo en algunos casos, la mayoría diría yo, y por
consistente entiendo el bocata de chorizo a la brasa y el vino de la tierra, no
era entiendo yo lo adecuado para un pre-maratón, pero, qué carajo, la compañía
y la camaradería lo requería.
Foto del grupo tras el reconfortante almuerzo.click en la foto para ampliar.
La llegada no fue muy tardía y
esto nos permitió pasar antes de nuestra llegada al hotel por la feria del
corredor a recoger nuestros dorsales y hacernos las consiguientes fotos con los
Abel Antón y Martín Fiz de rigor, la feria lamentablemente no tenía mucho que
ofrecer.
Dos camisetas, algunos geles,
algunos dulces y saladitos, un mini brick de caldo Aneto, y la abundante
publicidad que tan de moda ya se está poniendo en las bolsas era el contenido
de ellas.
Parte del grupo con los dorsales.click en la foto para ampliar.
Nada más acabar de recoger nuestras
habitaciones, desbandada general, el hecho de que el hotel estuviese situado
junto a la plaza de toros, junto al puerto
y por ende, a unos trescientos metros de la salida jugaba a nuestro
favor.
Yo lo hice con Manolo Rico,
Paquito, mi murciano favorito y José Manuel Jiménez, recorrimos la ciudad,
comimos, (pescados y comida típica como no podía ser de otra forma) y
regresamos al hotel, Manolo siempre dispuesto a dar de sí todo lo que tiene y
algo más no nos dio opción al descanso y volvimos de nuevo al tajo, esta vez ya
sin José Manuel, de nuevo a patear Málaga, no era esto precisamente lo adecuado
en el día anterior al maratón, pero si tienes estos amigos y además estás
orgulloso de tenerlos, es con todas las consecuencias, jajajaja.
De nuevo la cena, y no de pasta
precisamente, a esta ya se había unido Angelito Parra sustituyendo a José Manuel, pero nosotros tres continuábamos
siendo los titulares, nadie nos había relevado, después de clavarnos dos cubos
de quintos nos fuimos a descansar.
Yo como es mi costumbre siempre
llevo mi propio desayuno, no me gustan las sorpresas ni me gusta cambiar de
hábitos antes de una carrera, y menos en un maratón, ya sabéis aquello de que
los experimentos de hacen con gaseosa, pero sin darme cuenta ya había roto mi
costumbre, el intenso día seguramente concluiría con una magnífica “noche
Toledana”. Dicho y hecho a la una de la madrugada los aceitosos platos que
habíamos degustado comenzaban a pasarme factura, a ello se unió un tremendo
dolor en ambos gemelos que no me dejaron pegar ojo en toda la noche, no podía
ni apoyarlos prácticamente en la cama, una noche sin dormir da para mucho,
después de vaciar mis botes de Réflex en ellos pensé que con lo doloridos que
estaban lo más lógico es que diera por concluido en ese momento ni maratón de
Málaga y lo dejase pasar sin pena ni gloria, es decir pensé en abandonar la
batalla sin siquiera coger el fusil.
Ya a las 5’30 de la mañana pensé
que no había hecho el viaje para rendirme y entregar el castillo sin tirar un
solo tiro y decidí salir con todas las consecuencias, no estaba seguro de mi
final, no sabía los kilómetros que sería capaz de aguantar con estos doloridos
gemelos, completamente contracturados, no sabía en qué km. tendría que
abandonar, jamás he abandonado en ninguna de mis carreras y mira tú por donde
lo más probable es que estuviese muy cerquita de inaugurar mi casillero, y tan
es así lo que cuento, es tan cierto, que cogí dinero, (en esto me parecí al
genial Manolo Rico que siempre lo hace por si surge algún imprevisto) y lo
llevé conmigo por si necesitaba coger algún taxi para que me regresase al
hotel.
Si ya de por si aún me pongo
nervioso con un maratón, en esta ocasión os lo podéis imaginar, un Ibuprofeno
al canto y a probar suerte, hacía fresquito al salir, pero el hecho de estar a
unos trescientos o cuatrocientos metros de la salida nos permitió demorar la
salida del hall del hotel hasta el último momento.
Su cara me suena...... si es Manolo Rico.click en la foto para ampliar.
Una vez en línea de salida y con
el dolor algo más calmado debido al Ibuprofeno me animé algo más, las fotos y
las risas de todos nosotros me metieron de lleno en la carrera y entré en mi
cajón con total normalidad, había cajones habilitados por tiempo para todos,
unas guapas colaboradores se encargaban de que cada uno ocupase el lugar que le
correspondía por color de su dorsal.
La salida, muy bonita en lo
referente al lugar, a escasos cinco metros del agua, en el paseo marítimo junto
a los barcos, pero algo estrecha para mi gusto, sobre mil novecientos
corredores nos habíamos dado cita en la salida y se antojaba que alguna
dificultad habría para efectuarla. Yo me coloqué como siempre al final de mi
cajón, que lógicamente era el último y pasé por línea de meta una vez que había
sonado el disparo con casi dos minutos de retraso.
Tras una pequeña vuelta por el
puerto enfilamos hacia la playa del Dedo, en dirección a Almería, me acompañaba
mi compañero Mauri, que estaba calentando las piernas para acelerar después y
marcharse, cosa que hico sobre el km. 5 aproximadamente, el recorrido constaba
de una sola vuelta, esto, si el recorrido es bonito, es perfecto, tras siete
kilómetros en esa dirección y corriendo junto al mar regresábamos por el mismo
lugar hacia el centro nuevamente, en el km. 15 entravamos de lleno en el casco
rubano y pasábamos junto a nuestros incondicionales fans, mis piernas me
estaban respetando, no tenía dolor hasta ese momento, ¡¡genial!! pensé, a ver si
continúa de la misma forma, en ese momento me alcanza el práctico de las 4’15
horas y decido unirme a él, hay que decir que en esto la organización tomo una
acertada decisión y fue la de colocar bastantes relevos en los prácticos con la
finalidad de que ninguno de ellos sufriese algún percance o no pudiesen llevar
el ritmo por algún motivo y diera al traste con las esperanzas de los
corredores que a ellos se unían, al final, alguno de ellos no cumplió con las
expectativas a pesar de todo.
Jose Antonio en pleno esfuerzo.click en la foto para ampliar.
Me uní como digo al globo de las
4’15 cómodamente, podía llevar muy bien el ritmo a pesar de mi corta
preparación y mi exceso de peso, había previsto la ingesta de tres geles que
coincidirían con los km. 17, 27 y 35, los avituallamientos, geniales, cada cinco
kilómetros fruta, agua en botellas y bebida isotónica, pero entre ellos, cada
2,5 kilómetros avituallamientos solo de agua en vasos de plástico, en este tema
la organización genial, gran cantidad de patinado@s por todo el recorrido y
otros en bici ofreciendo agua y ayuda.
Al paso por el km. 17’5 y como
quiera que voy en el grupo no veo el avituallamiento para coger agua y tomar mi
primer gel, está en una plaza y en una curva, cuando me doy cuenta ya lo hemos
pasado y decido regresar, no hay desgraciadamente vasos, solo botellas de dos
litros y me ofrecen una de ellas, no la acepto lógicamente y decido continuar
hasta el 20 y allí lo tomaré, el práctico ya estaba a unos ciento cincuenta
metros por delante, me quedo solo y decido regular, no me apetece hacer un
sobre esfuerzo que seguramente pagaré al final, todavía quedan por delante 25
kilómetros y decido quedarme solo, esto hace que poco a poco se vayan
distanciando, me quedo con Nan, que al vivir por esos lares nos va dando a
conocer a Luis y a mí los lugares más significativos.
Al pasar por el estadio de futbol
de La Rosaleda coincidiendo con el 20 ya comienza a ser menos amena la carrera
en cuanto a población se refiere, paso la media maratón en 2 horas 8 minutos, bien,
muy bien, si sigo igual podré igualar, o quién sabe, quizás hacer mi MMP, sobre
todo porque no tengo noticias de mis gemelos, a estas alturas ya se han quedado
atrás Nan y Luis y voy de nuevo solo, se planteaba una segunda parte de la
carrera poco apetecible, nos llevan a las afueras de la ciudad, en esos
momentos la temperatura es agradable si vas por el sol y algo más fresquita si
no lo tienes visible.
En el km. 25 ya comienzo a sentir
los gemelos, no era lógico que no despertasen, me había durado mucho la buena
suerte, por momentos me respetan y no me duelen, pero en otros momentos me
aconsejan relajarlos, decido andar en dos ocasiones durante unos cien metros
cada vez y sobre todo coincidiendo con alguna ligera subidilla, no parece una
decisión errónea ya que me permite correr de nuevo hasta el 31, en ese momento
y coincidiendo con la subida muy pronunciada de un túnel, es corta pero
empinada, los fuerzo al subirla corriendo y me dicen basta, no es un dolor
insoportable, pero no me deja correr y me amenaza con detenerme si no actúo con
cabeza, noto que si los obligo se intensifica el dolor, y si los relajo andando
unos 20 o 30 metros puedo comenzar de nuevo a correr.
Entramos en una zona de un
polígono que está junto al estadio deportivo y el pabellón Roque Carpena, que
es donde juega el Unicaja de Málaga, pero es una zona totalmente despoblada y
poco interesante, miro hacia la izquierda y están pasando a 15 metros de mí en
dirección opuesta corredores, pero ellos tienen el km. 37 y yo el 31
ufffffffffff, mal rollo, en efecto, unos constantes giros a derecha e izquierda
solo hace que cruzarnos unos a otros, pudiéndonos saludar, pero a mucha
distancia real entre nosotros, eso jode mucho, si eso te ocurre en los 10
primero kilómetros, hasta lo encuentras gracioso, pero a esas alturas no, no
tiene mucha gracia.
Cuando por fin alcanzo el km 35
como algo de fruta, me encuentro bien físicamente, solo mi espalda me molesta
algo, el desaguisado que sufrí en el maratón de Murcia hace un mes con mis
dedos en mi mala elección del calzado ya no lo sufro, pero es lógico, ya no
tengo las uñas, las he perdido, no me pueden doler si no están, pero mis
gemelos si, estos se están encargando de que no pueda disfrutar de la carrera,
entonces pienso por qué no descansé el día anterior, parezco un novato, pero es
que en realidad lo soy en cuanto a los maratones, juro y rejuro durante la
carrera que no volverá a suceder, pero para esta, ese juramento ya no me sirve,
voy muy enfadado, no me apetece hacer fotos.
Paso por fin por el km. 37 y soy
yo el que esta vez saluda a los de mi izquierda, pero para ellos es su km. 31,
a partir de ahí ya es todo recta hasta el final, hacia el centro de la ciudad, y
en ligera bajada, esto me hubiese beneficiado en condiciones normales, pero no,
no era el caso, ya necesito andar cada vez antes, y ya ando cien metros y corro
seiscientos, la gente que coincide en el tramo que ando me anima, les doy las
gracias, pero estoy cabreado, no los hubiese necesitado en condiciones normales
y eso me molesta, pero es lo que hay, en el km. 38 veo en el cartel la frase
que ha hecho conocido a Fausto y que ha sido una de las elegidas por votación
popular para ser colocadas en todos y cada uno de los puntos kilométricos del
recorrido, al final y ya por amor propio decido hacer el último km ya sin
parar, me da igual, si revientan que revienten, el globo de las 4’30 no me ha
pasado, me giro y no lo veo, pero no es real, mi reloj ya rebasa esa hora, ese
práctico ha fallado, en él venía Manolako, yo entro en 4 35’ y muy enfadado,
era un día para haber tenido alguna alegría y no ha podido ser, los errores se
pagan siempre y cuanto más larga es la carrera más posibilidades hay de ello,
una bonita medalla y otra camiseta de finisher, tres nos han dado en total.
Frase que ha hecho famoso a nuestro amigo Fausto.click en la foto para ampliar.
Ducha rápida en el como digo
cercanísimo hotel y a comer, lo hicimos en el típico y particular restaurante El Tintero de la playa malagueña y
en un ameno regreso, a casa.
Después de este tremendo rollo
que he soltado solo faltaba que ahora os contase las conclusiones de la
carrera, pero creo que a ninguno de vosotros se os escapan mis planes para la próxima,
creo que hay que respetar muy mucho el día anterior al maratón tanto en la
comida como en el descanso, Amén.
Foto de la semana.-
Enlace de fotos
No hay que enfadaarse y menos si la hemos terminado, a nosotros los tiempos ya nos tiene que dar igual, eso si, yo tuve un dia redondo, se me alinearon los astros. Un saludico y hasta la proxima.
ResponderEliminarJ.V enhorabuena por terminar, eso ya tiene su merito y si es con dolor más aún.
ResponderEliminarSOlo uno poco elegidos, y digo bien, solo muy pocos, (ya sabes quienes son) son capaces de pasar la noche anterior al maratón de "farra", yo, no soy uno de ellos, y como sabes la noche de antes hay que descansarrrrrrrrrrrrrrr.
Un abrazo campeón que en compañia se hace mejor, (yo también he ido solo toda la maratón) y la 8ª pARA CUANDO??????????
JV eres un fenómeno. Lo que tiene mérito de verdad es pegarse 6 meses o más calentándose la cabeza con cambios e historias...para que un grupo de pirados nos lo pasemos bien. Admiración total, espero verte pronto...y por supuesto, cuenta conmigo si hubiera una próxima OF COURSE. Un abrazo.
ResponderEliminarA.Parra
Valverdeeeeeeeeee!!! eres un crack, ahora no valen las lamentaciones, has demostrado que eres un gran luchador y estar a la altura de las circunstancias en el duro fragor de la batalla ( y por batalla me refiero al día de antes al maratón) jejejeje, y como dicen anteriormente, ahora ya de poco sirven los tiempos, a disfrutar se a dicho y a or la siguiente fenoooooomenoooo!!!
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