Hace algo
más de dos décadas, el Tío Pere, corredor de aquella época afincado en Elche
decidió acudir a una reunión en la Font Roja de Alcoy desde su localidad hasta
ese punto corriendo y andando, institucionalizando desde ese momento la
trotada entre sus amigos para hacerla cada año.
Uno de
esos locos amigos no es ni más ni menos que Alberto El sombrilla, este tío
tiene que estar en todas las locuras que tengan algo que ver con las carreras y
sus derivados.
Aunque no
era el mejor momento para aceptar una proposición, que se ha demostrado
“indecente”, el propio Alberto me invitaba durante el maratón Ojos Negros del
pasado día 12 de abril en la cena pre-carrera a esta trotada, también lo hacía
a su vez con Lidia, Roberto y Nan, nos la pintaba preciosa, divertida y “algo
durilla” pero perfectamente asumible para nosotros, 59 kilómetros nos dice, no
parece demasiada locura, vamos a comernos 42 al día siguiente, ¡¡¡ que son de
subida….. y qué !!!.
Me decidí
a acompañarle al ver que Nan, Roberto y Lidia también se comprometían y
recibimos las instrucciones para la misma.
Tras un
descanso relativo sonaba el despertador a las tres de la madrugada, tenía que
pasar a recoger a Nan, Roberto y Lidia y trasladarnos a Elche, ya que la salida
se efectuaría inexorablemente a las cinco de la madrugada.
Con
puntualidad británica nos reuníamos para la salida en el parque infantil de
tráfico de esa localidad, el padre de la trotada, El Tío Pere, al que la edad
ya no le permite lógicamente correrla, pero que venía en calidad de anfitrión,
y en labores de intendencia y apoyo, también venían de esta forma, Manolo Hurtado
y Maite, esposa de Alberto a los mandos del vehículo de asistencia.
Para la
trotada estábamos, Alberto, Nan, Roberto, Lidia, Ramón Galdrán, Paco, y su
esposa, la maruja acelerá Ángela, Manolo Hurtado hijo, Rosa, Manolo Rico, a
este también lo encuentras siempre donde haya una locura que hacer, y José
Antonio Sánchez, este último solo haría el tramo hasta Orito y regresaría,
tenía que atender el negocio y claro, no están las cosas para cerrar las
puertas, y yo.
Salíamos
completamente de noche lógicamente, teníamos que hacer uso de los frontales
correspondientes para poder ver por donde pisábamos, ropa cómoda, el calor ya
era patente, 21 grados marcaba mi coche cuando a las cuatro de la mañana
recogía a Roberto y Nan en Alicante, combinamos carrera con trotada, Alberto
nos va marcando las pautas, el será en todo momento nuestra referencia por pura
lógica, tras serpentear a oscuras vamos encontrando cada cinco o seis
kilómetros al vehículo de apoyo con agua y la intendencia que podamos
necesitar, réflex, vaselina y otros, estas paradas intermedias no estaban
prevista en su momento, pero tal como se presenta la mañana, “ el organizador “
decide con buen criterio que nos van a venir muy bién.
El sol nos salió llegando a Agost.click en la foto para ampliar.
Vamos
andando en las subidas y corriendo en las bajadas y llanos hasta llegar a Agost
en el km.24, a pesar de haber sobrepasado la distancia de la media maratón
sobradamente no voy cansado para nada, el ritmo menor y el fresquito de la
mañana han hecho que haya llegado a esta distancia completamente entero.
Con dos buenísimos ultras, Alberto y Manolo Rico.click en la foto para ampliar
En Agost
estaba previsto el almuerzo, cada uno dará buena cuenta de lo que haya traído,
algunos se cepillan sendos bocatas acompañados con sus respectivas cervezas, yo
no tengo costumbre de almorzar y me he llevado un plátano y unas barritas
energéticas junto con algunos dátiles.
Tras la
parada reparadora y aprovechar para cambiar la camiseta continuamos la marcha
hacia la siguiente parada que será el Maigmó, punto de salida de la bajada de
la Vía Verde que tendrá lugar este próximo sábado y hasta el que nos faltan 11
kilómetros.
Almuerzo en Agost, antes de comenzar lo verdaderamente serio.click en la foto para ampliar.
Continuo
muy fresco, todos lo están, continúan las bromas y hacemos gran parte de este
tramo corriendo, el sol ya pega de lo lindo y nos viene de perlas el atravesar
los oscuros túneles del recorrido, hasta una serpiente que encontramos en uno
de ellos ya se guarecía del calor, vamos subiendo constantemente desde Elche,
pero no vamos demasiado mal, solo el calor reinante ya a esas horas nos
comienza a pasar factura.
El Tio Pere y Manolo Hurtado en un avituallamiento.click en la foto para ampliar.
Llegada
al Maigmó, km.35 junto a la gasolinera, aprovecho para ponerme Réflex en el
tobillo derecho, el tramo de la salida de Agost hasta enlazar con la vía verde
es muy irregular con muchísimas piedras y mi tobillo lo ha notado, algo de
vaselina y algún dátil, reponemos de nuevo los líquidos que portamos y
afrontamos la siguiente etapa que nos llevará hasta Ibi.
En este
punto, Manolo Hurtado jr. Y Ángela deciden subir al coche y llegar hasta Ibi en
donde ya afrontarán la última parte con nosotros, ya conocen de otros años el
recorrido y cuando toman esa decisión por algo será.
Avituallamiento en plena via verde.click en la foto para ampliar.
El resto
retomamos la marcha, tenemos que circular por el arcén de la autovía durante algo
más de un kilómetro, no hay otra forma de hacerlo, lo tenemos que hacer
corriendo bastante rápido, no estamos en un punto autorizado y el peligro es
evidente hasta el desvío a Tibi, el calor ya es muy fuerte, mi tobillo no se ha
reparado debidamente y amenaza con decir basta, intento coger un ritmo cómodo
que me difumine el dolor, este tramo es de bajada y lógicamente aprovechamos
para correr mientras sea posible, Manolo Rico va por delante, el bocata le ha
hecho efecto y los tanques los lleva completamente llenos, Ramón le acompaña,
este no necesita llenar los tanques, va sobrado, detrás Roberto y Nan, algo más
retrasados Lidia y yo, que vamos haciendo la goma, los alcanzamos y los dejamos
ir, detrás Rosa con Paco, que tenía las labores de hombre escoba, también
conoce sobradamente el camino y será de gran ayuda si alguien se retrasa, vamos
por el arcén, durante todo el recorrido, Alberto va hacia adelante y se
retrasa, es el anfitrión y hace honor a ese cargo, este si va sobrado
totalmente, el calor que sube del asfalto es muy alto, el día ha salido peleón,
en la playa se estará de cine, pero nosotros no estamos en la playa.
A la
altura de la finca Terol encontramos de nuevo a Maite con Manolo y el Tío Pere
que nos rellenan las botellas con agua fresquita además de la que tomamos,
estamos llegando a todos los puntos con los bidones prácticamente vacíos, las
piernas ya en este punto van mal, los gemelos tampoco van sobrados, tenemos que
andar de nuevo, las cuestas de las inmediaciones de Ibi no nos permiten otra
cosa, ni las cuestas ni nuestras piernas, por lo menos las de algunos de
nosotros.
En Ibi,
49 km. ya tenemos el último punto de repostaje, ya no podremos reponer más
líquidos que los que llevemos con nosotros, se incorporan de nuevo Manolo Jr. Y
Ángela, ya nos despedimos de nuestro vehículo de apoyo hasta el final, ya nos
veremos hasta el punto de recogida, intentamos llevar el máximo de agua posible
y continuamos.
Dos
kilómetros más para cruzar el pueblo y nos plantamos en el km. 52 en las
estribaciones de la sierra, esto no lo teníamos previsto los novatos, el postre
era diferente al que habíamos imaginado, El Tío Pere en su día decidió acortar
por la sierra antes que dar la vuelta por la carretera, llevamos 8 horas y
media y esto seguro nos va a matar a algunos, la meta está a 1.200 metros de
altura de la salida.
Comienza
la subida y el suplicio, el porcentaje es elevado, nos vamos separando unos de
otros, los más frescos van delante, Manolo Jr. toma el mando en la subida,
conoce el camino también, camino que no existe, es una senda en la que algunas
veces tienes que hacer uso de las manos, Paco se situa en la cola, Angela, Rosa
y yo, también nos colocamos al final, Rosa y yo, no por gusto, el resto en una
cola estirada.
Comenzando a tomar el postre.click en la foto para ampliar.
La subida
es interminable, dura como pocas, yo que no estoy acostumbrado a la montaña aún
lo noto más, sobre todo por lo deterioradas que van ya las piernas, los que
están acostumbrados a ella dirán que soy un exagerado y un quejica, pero yo
hablo de mí.
El agua
se va agotado, yo la tengo que racionar, son 7 km. de subida constante sin
ningún tipo de respiro y dándonos el sol implacablemente, de todas formas el
bidón arde, el agua sirve para escalfar huevos, los que ponen las gallinas, los
nuestros ya lo están bastante.
En un
momento malo me dice Ángela que a Alberto en esta carrera solo le acompañan los
verdaderos amigos, el resto ya no vuelven, y empieza a enumerarme muchísimos
nombres que a lo largo de estos años le han acompañado y no han repetido jamás.
Los
entiendo, los entiendo perfectamente, yo el año próximo no voy a ser su amigo,
por lo menos eso estoy pensando en ese momento.
Dicen que
uno nunca sabe dónde está su límite, pero yo estoy a punto de conocerlo, en
algunos momentos voy mal, y es que no hay respiro posible, todo es subida sin
parar, una subida bestial que no te da tregua, ya no vemos a los de cabeza, nos
hemos quedado rezagados, Paco, por razones evidentes, Ángela, Rosa y yo.
En uno de
mis malos momentos le pregunto a Paco cuanto nos queda para el final y me dice
que unos dos kilómetros, y pienso,
bueno, no está mal, pero cuando me lo traduce en tiempo me quiero morir, me
tranquiliza diciendo que el último km. es de bajada hasta los vehículos, ya no
tengo agua, Alberto, que se ha quedado rezagado a esperarnos me ofrece de la
suya en un par de ocasiones.
En
efecto, el último tramo ya es de bajada con algún ligero repecho, pero a estas
alturas ya no sé qué es peor, si subir o bajar, las piernas después de 10 horas
y media ya no responden como debieran, ahora hay que ir frenando y las plantas
de los pies ya no están tampoco para nada.
Llegamos
al final y tomo con rapidez un bidón de agua fresca que me ofrece Nan, faltan
10 metros para la fuente, pero le agradezco muchísimo este detalle.
Después
una reparadora y tardía comida en el pabellón de deportes de Alcoy, en donde
las caras ya tenían otro aspecto.
Las
conclusiones de esta carrera-trotada son varias, la primera es que con amigos
puedes llegar a metas que por sí solo serían impensables, la segunda es que
para este tipo de esfuerzos tienes que estar muy preparado física y
mentalmente, porque si bien la tirada no es excesivamente larga, hay que tener
en cuenta, la subida constante hasta 1.200 metros, el fortísimo calor que hizo
el sábado y los 8 kilómetros finales de sierra, y la tercera es que todos los
corredores estamos como una puta cabra, cada uno con sus retos, pero como una
puta cabra todos, ya que ninguno tenemos nunca bastante, si acabamos una media,
ya pensamos en un maratón, cuando lo hacemos, pensamos en una ultra mediana, y
si con esta ya hemos podido, pues ale!!! A por el ultra-fondo, y si puede ser
de montaña, pues mejor, lo dicho, como putas regaderas.
El
próximo sábado haré parte de este recorrido, pero esta vez en sentido
contrario, la Vía Verde de Agost, salida desde el Maigmó y llegada a esta
población completando unos 22 o 23 km. aproximadamente, y el siguiente la media
de Almansa.
Fotos en
esta ocasión no hay muchas, pero os pongo también el enlace de Alberto que si
hizo bastantes, además desde estas líneas tengo que darle las gracias a Maite, sin su aportación nada de esto hubiese sido posible.
Foto de la semana.-
En esta fotografía veremos a un corredor, al que no se puede tener mas tiempo en el anonimato, Juanito Martínez, Correbirras de pró, otra gran persona y otro gran corredor, siempre te recibirá con una amplia sonrisa y unas palabras agradables, muy buenísima gente este Juanito.
Enlace de fotos Fotos de Alberto
J.V. Lo primero es darte las gracias por acompañarnos, no todos se atreven a venir.
ResponderEliminarLo segundo es que ya has vosto que lo de "no puedo" "eso no lo hago yo ni loco" son solamente frases hechas.
Y lo tercero es que después de terminar una locura de este tipo y de terminarla "bien", haberse tomado unas cuantas cervezas y repuestos con un buenísimo colesterol el cuerpo, se piensa en ¿cuál será la siguiente?.
Lo dicho gracias por venir un placer como siempre el hacer Kms juntos.
Un abrazo
Si esa "locura" se organizara por una “empresa” con el consiguiente pago de la inscripción al módico precio aproximado de un euro el kilómetro, seguro que se completan las inscripciones por el reto personal y deportivo que supone... y otras chorradas de ese estilo -dirían los participantes- !pero claro... gratis, por la simple satisfacción de compartir la misma afición un grupo de amigos, a quién se le ocurre, está claro: es un locura! …y sin camiseta de finisher.
ResponderEliminar¡Jo, qué envidia me disteis cuando os vi por Ibi!