Subida al Santuario de la Magdalena en Novelda

              Segunda vez que corro esta carrera, antes no la podía correr por motivos laborales, todos sabéis de sobra el recorrido de esta prueba así que me voy a ceñir a lo estrictamente deportivo.

              Salió al principio una tarde cubierta de nubes que hacían presagiar una carrera algo mas fresquita de lo que es habitual, incluso llegaron a caer algunas gotas de agua unos 45 minutos antes de la prueba, no obstante al inicio de la misma el implacable sol del  mes de julio hacía su presencia para ya no abandonarnos hasta el final.

Buenas sensaciones.

Otro grupo de amigos.

Alberto mostrando su poblada cabellera.

Fausto, que traia el trabajo hecho ya.

              Como decía anteriormente esta es la segunda vez que corro esta prueba y el año pasado con motivo de la liga running y que no conocía el recorrido pues salí algo mas rápido de lo habitual y claro, al llegar a la cuestecilla de marras pues plas, a andar un ratito hermano, y este año y al no tener ninguna importancia para mi el tiempo me puse como reto el subir toda la cuesta corriendo, algo es algo, por ese motivo salí bastante conservador con el fin de llegar a la misma bastante fresco y lo conseguí sobradamente, excepto el primer kilómetro que por motivo de la gran afluencia de corredores lo hice en casi seis minutos, el resto me propuse no pasar de 5’ 30’’ y así lo hice, por este motivo cuando llegué a las inmediaciones del santuario no tuve problemas en subirlo a ritmo pero sin parar en ningún momento, al ver a bastantes corredores que estaban haciendo  la subida andando me acordé del pasado año y lo que yo pasé.

              En el segundo kilómetro adelante a mi amigo José Moratinos al que observé como muchísimos corredores al adelantarle le dan unos toquecitos en el espalda para saludarle, golpecitos que soporta con absoluta generosidad.

              Mi tiempo real fue de 1 05’ 33’’ a una media de 5’ 37’’ ya que mi GPS me dio una distancia de 11.670 metros, objetivo cumplido, carga de kilómetros cumplida.

              También es verdad que ayer no tenía el aliciente que me supone mi escudero y nuestra peculiar “ guerra “ pero de todos modos no creo que de haber estado él hubiese castigado mi cuerpo mucho mas de lo que lo hice, tengo que añadir que el pasado lunes y en un alarde de tontuna y mientras me cuidaba las uñas de los pies, pues en una de ellas me pasé considerablemente y ayer tuve que correr toda la carrera con un dedo ensangrentado y con un dolor terrible sobre todo en la bajada ya que me iba golpeando con la parte delantera de la zapatilla, quizás esto también influyó en mi negativa a sufrir mas de lo estrictamente necesario.

              Otra cosa extrañísima que me ocurrió fue el flato que se apoderó  de mi a falta de dos kilómetros para la meta, hacía muchos años que no me sucedía nada parecido, pero me desapareció transcurrido un kilómetro, en fin un surtidito de incidencias.

              La bolsa del corredor no estuvo nada mal, camiseta de rigor, de mi talla, diferentes condimentos gastronómicos de la marca Carmencita (hay que hacer patria) y un bonito trofeo conmemorativo de los que me gustaría que no se perdiese la costumbre de dar.

              No eché en falta antes el segundo avituallamiento porque tengo la costumbre de llevarme la botella de agua conmigo y voy bebiendo, caliente, pero agua al fin y al cabo, pero bien es verdad que dadas las condiciones climatológicas quizás sería mas necesario el segundo control de agua en el Km. 7 u 8 que a falta de 1.000 metros para finalizar.

              A mi amigo Alberto le pedí mientras esperábamos el comienzo de la prueba, que por cierto se retraso unos 10 minutos aproximadamente, algunos consejos referentes a la reposición de fuerzas en las carreras pero no pudimos finalizar la conversación ya que este tío tiene tantísimos amigos que es imposible mantener una charla con  él tres minutos seguidos sin interrupción, ya lo haremos en otra ocasión, o tal vez lo que tendría que hacer yo es espabilar un poco e ir toda una carrera a su lado y a su ritmo y aprovechar para la charraeta, pero es que si voy a su ritmo no puedo hablar casi na.

              En definitiva, carrera relajada y tranquila haciendo acopio de kms. y sin pena ni gloria, bueno eso sí, la gloria que supone estar haciendo lo que te gusta  por supuesto, y ahora hasta el domingo que viene en Urbanova en donde pondré en práctica mi táctica de correr por la arena sin mojarme los pies y sin que me entre arena, casi na.

              Y para finalizar recordaros a los que no lo hayáis leído ya, el cambio del maratón de Valencia para el siguiente domingo 27 de noviembre, un saludo a todos.

Lo foto de la carrera:

 Ante la gran afluencia de corredores y el éxito obtenido, algunos no pudieron expresar su alegría de mejor modo que alegrándonos la recogida de dorsales.clik en la foto

Enlace de fotos

Enlace fotos Alberto el sombrilla